MARTES CON MI VIEJO PROFESOR. Mitch Albom

Disfruté tanto de El Guardián del Tiempo, que tenía claro que quería volver ha entablar conversación con Mitch Albom.
La sorpresa ha sido que no he hablado esta vez con él, sino con su viejo profesor.

Resumen: Mitch acaba la universidad lleno de ilusiones, ha establecido uno de esos vínculos tan especiales con un profesor (que confía ciegamente en él). Pero el tiempo pasa y con el vuelan las ilusiones y se instaura la prisa por hacer más, ganar más, ser más... Un día ve a su antiguo profesor en un programa de televisión, le han diagnosticado una ELA y ha decidido continuar con su vida a pesar de todas las limitaciones físicas que ya tiene, porque tiene claro que aún no ha acabado. Eso le remueve por dentro y siente la necesidad de ir a saludarle (como le prometió hace más de 10 años cuando se licenció), aunque el saludo se convertirá en su última signatura; la asignatura de la vida.

Impresiones:
¿Todas? Quiero decir que tengo la sensación que me ha impresionado en todos los sentidos.
Es uno de esos libros de vaivén en la línea temporal, y me ha parecido una mezcla ideal la manera de ir presentándote la evolución del personaje en paralelo con él mismo. Es como si el joven Mitch fuese adquiriendo una personalidad gracias al apoyo del profesor Morrie Schwartz, quien hace que agudice el ingenio, que crea en sí mismo, que piense que nada es imposible, que valore cada instante de la vida como único e irrepetible; al mismo tiempo que el Mitch adulto que hace tiempo se instaló en la comodidad de una rutina que se ha adueñado de su vida vuelve a recibir la misma lección pero ahora con una intensidad muchísimo mayor.
Este libro me ha encantado, lo de paladeado letra a letra, frase a frase, suspiro a suspiro. No sé por qué os voy a contar esto, supongo que en realidad me lo cuento a mí misma dentro de unos años: me he sentido tan feliz, en tantas cosas llevo años coincidiendo con el profesor Morrie (y ya paso de los 40!), me alegro tanto de no haber desperdiciado tiempo en toda esa materialidad que se nos impone.

Conclusión: Ojalá todo el mundo llegase a tiempo a hablar con el viejo profesor.